El Bautismo válido para Dios

20 de Febrero de 2023
El Bautismo válido para Dios

Algunos dicen: “No necesito bautizarme otra vez; yo ya me bauticé”. Sin embargo, deben preguntarse si el bautismo que recibieron es un bautismo válido para Dios, según las enseñanzas de la Biblia. No todo bautismo que se haga con agua es un bautismo válido para Dios, ni tiene la promesa de la salvación.

Supongamos que hace dos mil años los fariseos bautizaran imitando a Jesús y los apóstoles, ¿el bautismo de los fariseos sería un bautismo válido para Dios? No; no habría promesa de salvación en ese bautismo. Solo el bautismo que se realice según las promesas de Dios será el bautismo válido para Dios, y será la señal de salvación.

¿Qué es el Bautismo?

El bautismo es una ceremonia en la cual hacemos un pacto con Dios. A través del bautismo, Dios perdona todos nuestros pecados, y declaramos a Dios que dejaremos la vida manchada por los pecados del pasado, para vivir de ahora en adelante una vida correcta ante Dios. El bautismo es una fase de transformación a una vida nueva, conforme a la enseñanzas de Dios.

Romanos 6:1-4 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.

La muerte de Jesús en la cruz corresponde a que nos arrepentimos, después de comprender nuestros pecados; la entrada de Jesús en la tumba corresponde a nuestro bautismo, en que sepultamos nuestros pecados en el agua; y la resurrección de Jesús corresponde a que prometemos a Dios ser un hombre nuevo y llevar una vida como Cristo.

El bautismo es una señal de la promesa de que Dios salvará nuestras almas. Para tener esta señal, hasta el fin debemos cumplir la promesa pactada con Dios. No es correcto que pidamos a Dios que cumpla la promesa, entre tanto que nosotros la quebrantamos.

Mateo 21:31-32 ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dijeron ellos: El primero. Jesús les dijo: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios. Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis después para creerle.

Lucas 7:29-30 Y todo el pueblo y los publicanos, cuando lo oyeron, justificaron a Dios, bautizándose con el bautismo de Juan. Mas los fariseos y los intérpretes de la ley desecharon los designios de Dios respecto de sí mismos, no siendo bautizados por Juan.

El camino de justicia que trajo Juan el Bautista significa al bautismo. Jesús enseñó que el bautismo era una ceremonia de santa justicia y que aquellos que no se bautizaron, no creyeron ni se arrepintieron. En aquel entonces muchos pueblos se bautizaron, pero los fariseos y escribas no; ellos desecharon los designios de Dios, según la palabra de Jesús. El bautismo es el santo designio de Dios, quien salva a la humanidad y la guía al reino de los cielos. (Mt. 7:21)

El bautismo válido para Dios, para la salvación

Hace dos mil años, Jesús junto a los discípulos bautizaban a muchas personas. La Biblia explica precisamente acerca de qué verdad tenían aquellos discípulos que bautizaban siguiendo a Jesús.

Lucas 22:7, 19-20 Llegó el día de los panes sin levadura, en el cual era necesario sacrificar el cordero de la pascua. Y Jesús envió a Pedro y a Juan, diciendo: Id, preparadnos la pascua para que la comamos. (…) Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.

Pedro y Juan prepararon la Pascua y guardaron la Pascua del nuevo pacto junto con Jesús. Todos aquellos que bautizaban junto con Jesús eran los apóstoles que habitaban en la verdad del nuevo pacto.

Para recibir el bautismo válido para Dios, debemos bautizarnos en donde Dios habita. El lugar en el que Dios mora es Sion, donde se celebran las fiestas solemnes (Sal. 132:13-14, Is. 33:20). Jesús proclamó el nuevo pacto a través de la fiesta de la Pascua. Por lo tanto, solo el bautismo que se realiza en Sion, donde está la verdad del nuevo pacto y nuestro Dios habita, es el bautismo válido para Dios, y la señal de salvación.

Hechos 16:13-15 Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía.Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos.

Hechos 16:27-33 Despertando el carcelero, y viendo abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada y se iba a matar, pensando que los presos habían huido. Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí. (…)Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos.

Hechos 10:37-48 Entonces Cornelio dijo: Hace cuatro días que a esta hora yo estaba en ayunas; y a la hora novena, mientras oraba en mi casa, vi que se puso delante de mí un varón con vestido resplandeciente,y dijo: (…) Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso.(…) Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros? Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos días.

La familia de Lidia y toda la casa del carcelero fueron bautizadas por Pablo y su comitiva; y la familia de Cornelio fue bautizada por Pedro. Pablo era el apóstol que anunciaba la Pascua del nuevo pacto diciendo: “Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado”(1Co. 11:23). Pedro también fue uno de los apóstoles que preparó la Pascua del nuevo pacto y la guardó como Jesús le mandó. Todos ellos fueron enseñados en Sion, donde se celebran las fiestas solemnes; reverenciaron a Dios, que habita en Sion; y guardaron la ley del nuevo pacto en Sion.

Hoy en día, en cualquier iglesia se realiza el bautismo. No obstante, el bautismo que se realiza en donde no está la verdad del nuevo pacto no es el bautismo válido para Dios, sino una ceremonia vana que Dios no aprueba. El verdadero bautismo válido para Dios debe ser hecho en Sion y en la verdad del nuevo pacto, porque Dios permitió la promesa de la salvación y la bendición de la vida eterna en Sion.